En 1920, un terrible crimen asoló las paupérrimas tierras hurdanas. Una niña fue abierta en canal y despojada de sus entrañas por un "estripaor", un sacamantecas sin escrúpulos que abandonó el cadáver en medio del monte. Más de ochenta años después, el terror vuelve a asolar aquellos parajes. Una suerte de horribles asesinatos amenaza la paz de las buenas gentes de un pueblecito a orillas del pantano de Gabriel y Galán, uno de los más bellos parajes de Extremadura.
Mientras eso ocurre, a cientos de kilómetros de allí, acaba una terrible historia que jamás debió empezar...
Alex, una preciosa joven de la alta sociedad catalana, única hija de un poderoso industrial, siente cómo su vida da un giro de ciento ochenta grados cuando se ve involucrada en una serie de sucesos extraños y en la investigación de varios de los crímenes más atroces que se recuerdan en Barcelona, sin saber que, muchos años antes, otra mujer había sembrado la semilla del mal en el embrionario cerebro psicopático de un niño de seis años quién, con el tiempo, se convertiría en uno de los asesinos más sanguinarios que se recuerdan en la Ciudad Condal.
Constanza Benbot nació en Barcelona en 1963. Enamorada de la literatura desde que siendo muy joven, casi una niña, leyó El filo de la Navaja, de W. Somerset Maugham y ya no pudo parar.
Lectora voraz, amante de cualquier género que la transporte a otros mundos, otras vidas, escribe su primera novela, La Jaula, en la mejor tradición de novela negra policiaca y de suspense. Un thriller que no deja indiferente, atrapando al lector desde el primer minuto y esperando que éste disfrute de su lectura tanto como ella disfrutó escribiéndola.
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